El Pastor y El Negociante






En un pequeño pueblo, el pastor de una iglesia estaba orando por algunas peticiones, en eso se levanta un hermano y le dice: “Hermano pastor, por favor oren por mi negocio, para que el Señor envíe bastantes clientes, pues casi estoy quebrado."   El pastor habló a toda la congregación y les dijo: “Pónganse de pie y hagamos una oración que llegue al cielo para que Dios envíe muchos clientes pues, él escucha a los que le claman”; antes de comenzar a orar, el pastor le pregunta al hermano propietario del establecimiento: “Hermano ¿Cuál es su negocio?”, a lo que el comerciante cristiano le contesta:  “Hermano yo tengo una funeraria”

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