Biblias en los Hoteles (Los Gedeones)


En el otoño del año 1898, John H. Nicholson (1859-1946) de Janesville, Wisconsin, vino al Central Hotel en Boscobel, Wisconsin, para pasar allí la noche. El hotel estaba completamente lleno, así que le sugirieron compartir un cuarto doble con Samuel E. Hill (1867-1936) de Beloit, Wisconsin. Los dos hombres pronto descubrieron que ambos eran cristianos, y que John Nicholson, cuando
era una muchachito de 12 años, le había prometido a su madre que moría, que leería la Palabra del Dios y oraría todos los días. Había sido su costumbre por muchos años leer la Biblia antes de dormirse en la noche. Hospedados en el hotel, tenían la tarde libre para charlar e inclinar sus rodillas ante Dios de manera conjunta. Así surgieron las primeras ideas de lo que más tarde se transformaría en una sociedad.

El 31 de mayo de 1899, organizaron en Beaver Dam, Wisconsin, un encuentro de comerciantes cristianos para conocerse y conversar sobre el evangelismo personal y el servicio unido para el Señor, convocando al final a una nueva reunión en Janesville, Wisconsin, el 1 de julio de 1899, en el Y.M.C.A. Sólo tres hombres estuvieron presentes en esa reunión: John H. Nicholson, Samuel E. Hill y Will J. Knights (1853-1940). Se organizaron así: Hill como presidente, Knights como vice presidente, y Nicholson como secretario y tesorero. Durante mucho tiempo pensaron en el nombre que debía dársele a la Asociación, orando especialmente por esto. Después de realizar una oración, Knights se levantó de sus rodillas y dijo: “Nos llamarán Gedeones!”
Leyó Jueces 6 y 7 y demostró la razón por la cual adoptar ese nombre. Gedeón fue un hombre dispuesto a hacer exactamente lo que Dios quería que él hiciera, sin importar su propio juicio en cuanto a planes o resultados. La humildad, la fe y la obediencia, eran los grandes elementos de su carácter y ese sería el estándar que la Asociación de Gedeones intentaría establecer en cada uno de sus miembros. Todo “Gedeón” debería estar dispuesto a hacer la voluntad de Dios en cualquier momento, lugar y manera que el Espíritu Santo estableciera.

Como los gedeones eran hombres que viajaban casi todo el año, se presentó la necesidad de poder ser testigos más eficaces en los hoteles en donde pasaban gran parte de su tiempo. Una sugerencia fue colocar una Biblia en el escritorio de la recepción de cada hotel, para que los huéspedes pudieran, previo registro, pedirla prestada si lo deseaban. De esa forma, podían ser testigos silenciosos del funcionamiento del programa en los restantes hoteles, aún cuando ellos estuvieran en otra parte.

El “avance de las actividades,” fue cuidadosamente considerado en la reunión de gabinete realizada en Chicago, el 19 de Octubre de 1907. Un administrador fue quien sugirió que los Gedeones pusieran una Biblia en cada dormitorio de los hoteles de los Estados Unidos, comentando: “en mi opinión, esto no sólo estimularía el espíritu de cuerpo en cada miembro, sino que además sería un acto de Gracia, enteramente en armonía con la misión divina de la asociación de Gedeones.” Este plan fue adoptado por la convención en Louisville, Kentucky, en 1908. Es interesante observar que la práctica de las iglesias de contribuir al Programa de Escrituras Gedeón, se originó como iniciativa de un pastor.

Apenas dos meses después de la convención 1908 de Louisville, una convención del estado se reunió en Cedar Rapids, Iowa. El Secretario Nacional Frank Garlick y el Sr. A. B. T. Moore se encontraron en una reunión de la “Ministerial Union” y después de su programa, preguntaron si el hermano Garlick podría hablarle a los ministros acerca del trabajo de la Asociación de Gedeones, y, Garlick habló de la necesidad de distribuir la Biblia. Faltando 10 minutos para el cierre de la convención, el propio pastor del Sr. Moore, Dr. E. R. Burkhalter, de la Primera Iglesia Presbiteriana, se presentó y habló al auditorio: “Que las Biblias de los Gedeones se coloquen en todos los hoteles y locales y ésta, la Unión, sea responsable de los fondos.”

La propuesta fue aprobada unánimemente y designaron un comité para repartir el costo a las iglesias, según las posibilidades de cada una de ellas. Así fue que la idea de los Gedeones se transformó en un amplio brazo para la actividad de la Iglesia y cómo ésta fue el soporte inicial que impulsó la proyección de la visión hacia todos los Estados Unidos y el resto del mundo. En la actualidad, la Asociación Gedeones Internacionales extiende su presencia por todo el planeta, a través de la distribución de Biblias y Nuevos Testamentos editados en casi todos los idiomas. 
  “El sembrador es el que siembra la palabra” (Marcos 4:14) 

Fuente: Daniel E. Dañeiluk.
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